Curiosa la historia de este personaje, que se ha convertido en un fenómeno en Internet. Matt Harding comenzó grabándose a sí mismo bailando delante de edificios, monumentos y paisajes característicos en todos los viajes que hacía por todo el mundo. En sus siguientes viajes ya incluyó a otras personas bailando. La bola se ha hecho tan grande, que ya hay grandes marcas que le patrocinan los viajes.
¡No hay como el ingenio o la originalidad!
Se ha creado un medio estupendo de obtener ingresos. ¿Para que ir a la Universidad? Solo hace falta tener unas buenas rodillas…ja,ja.
Un abrazo.