Escapada fugaz a Barcelona para vivir de cerca el Palo Alto Market. Colas de escándalo para entrar a un recinto que parecía laberíntico, callejones, naves, caminos,… puestos desperdigados por todas partes,… comida, música, ropa, muebles, solecito, frío…
Un jardín vertical, naves con puestos de ropa de segunda mano, muebles vintage y de diseño, pequeños artistas locales, rincones con mesas para comer al sol..
Food trucks de todo tipo, dulces, hamburguesas, butifarras, sushi, ostras, mexicano… En la edición de este mes había muestra de ceviches peruanos.
Dulces, cafés, mucho ambiente…
También hubo tiempo de ir a merendar al Caravelle y de pasear por el Raval descubriendo siempre callejones y pintorescos rincones.
Y siempre recomendable la estancia en el Hostal Grau.
Me encanta Barcelona!
Las fotos en Flickr, de Palo Alto Market, del Hostal Grau, y de Barcelona en general.
Que sitio tan interesante y novedoso. El hotelito me chifla. Un abrazo.