Con ocasión de una escala de varios días en Islandia camino de Groenlandia, tuve la oportunidad de hacer un trekking en las Highlands, ya en el límite de su cierre tras el verano, concretamente en Kerlingarfjöll, que se me había quedado pendiente de 2020.
Ya sabéis, lo he dicho muchas veces en mis posts sobre Islandia, que a las tierras altas del centro de Islandia sólo se puede acceder en verano y sólo en todoterreno, por lo accidentado de los caminos. En este caso, Kerlingarfjöll queda en la ruta Kjölur, solía ser una carretera F, la F35, pero le quitaron la F no entiendo muy bien por qué, ya que la verdad es que es complicada de narices, y habiéndola recorrido pienso que con un coche normal no me meto yo ahí ni loca.
Había pues reservado una plaza con Grayline, una ruta regular en minibus, una especie de day pass, que realiza varias paradas en esa ruta desde Reykjavík, para primero en Gulfoss, luego en Kerlingarfjöll y finalmente en Hveravellir. ¿Qué ocurre? Que tiene unos horarios estipulados, y si te deja a las 11.30 en el refugio de Kerlingarfjöll tienes que volver sí o sí a las 15.30 (a no ser que te quedes a dormir allí, lo cual resultaba imposible porque este año el refugio está siendo reconstruido). Eso te deja 4 horas exactas para hacer la ida y vuelta hasta la zona geotérmica, son 11 kms ida y vuelta, subiendo y bajando riscos, atravesando hielo, desiertos, algo que creí que sería incapaz de hacer. Hubo gente que iba en el bus que no lo consiguió y lo tuvieron que dejar a medias. Yo estuve a punto de abandonar, viendo lo que me quedaba por delante, pero una pareja de franceses me animó y me empujó a seguir. Gracias a ellos llegué, con la lengua fuera, pero llegué. El espectáculo cuando llegas a ese valle humeante, con las colinas de color naranja ocre, con parches de nieve, con parches de vegetación verde y con un riachuelo turquesa, es algo fuera de este planeta.
Otro recorrido de 3 kms circular abajo en el valle de Hveradalir te permite recorrer por escaleras, puentes y senderos, toda la zona. Pero era prácticamente imposible que me diera tiempo. Me di por más que satisfecha haber llegado allí. Además el día estuvo despejado y hacía hasta calor!
Aquí se pueden consultar todas las rutas. Lo suyo es quedarse allí un par de días (3 es la duración adecuada) para hacer varias rutas sin acabar con la lengua fuera.
La carretera para llegar, ya os digo, solía ser una F, una carretera de montaña. Es tortuosa, llena de baches y tienes que sortear algún río con puente.
Aquí un interesante artículo de Amarok.
Vídeo de los 4 días que pasé en Islandia de camino a Groenlandia
Un comentario en “Kerlingarfjöll”