Siempre había querido vivir una Navidad en el Ártico. No pudo ser durante mi experiencia en Islandia, porque llegué allí en enero y me tuve que volver (gracias covid) antes del siguiente invierno, pero aunque se hubiera dado el caso tampoco habría sido 100% auténtico porque Islandia no está dentro del círculo polar ártico. Mi ilusión también era vivir la noche polar como tal y experimentar qué se siente al no ver el sol durante días. Cuando, precisamente gracias a la pandemia, llegó el teletrabajo y me surgió la posibilidad de pasar tres semanas en Tromsø, combinando días de trabajo remoto con festivos y vacaciones, vi la posibilidad de cumplir mi sueño.
¿Por qué me decanté por Tromsø y no por cualquier otro lugar del ártico? Ya había estado hace unos años, fue una visita fugaz en verano, a finales de verano concretamente, pero por desgracia no pude disfrutar de ninguno de los atractivos de la región, ni era temporada de ballenas, la temporada de auroras todavía estaba empezando, y no pude vivir la noche polar ni el sol de medianoche. Pero me llevé una pincelada de lo que podría ser la vida en el paralelo 69º. Tromsø es una ciudad de tamaño medio, eso me ofrecía la tranquilidad de tener todos los servicios a mano, pero a la vez tener al alcance de 1-2 horas los muchísimos atractivos de la zona. También necesitaba tener una base, un internet potente y estable para poder trabajar sin problemas, y no andar por lugares remotos donde no sabía si podría conectarme con garantías. Y sobre todo, tuve la enorme suerte de dar con unos anfitriones excelentes que me proporcionaron, además del alojamiento, multitud de consejos y recomendaciones. No dejéis de seguir a Juanjo en Twitter porque cuenta cosas muy interesantes sobre Tromsø. ¿Podría haber hecho una ruta, conocer otros sitios, llegar hasta el Cabo Norte? Sí, pero 1. no quería conducir en unas condiciones de invierno complicadas, sola, sin conocer la zona; y 2. el hecho de tener una casa a la que volver cada día, calentita, con comida en la nevera, mi cama, mis cosas en el armario… ha sido mi salvación, como mi hogar, me he sentido como en casa, y no puedo estar más contenta. Ha sido lo más parecido a mudarme de nuevo, pero sin mudarme. Además, quería vivir como una residente más, en un modo relajado, salir al supermercado a comprar la cena, coger el bus para ir a tomar un café al centro. Y por supuesto, Tromsø es la capital noruega de la navidad, dónde si no pasar estos días festivos??
Por tanto, ATENCIÓN, no esperéis encontrar aquí una guía de viaje, mi estancia fue de residente, trabajando pero a la vez realizando algunas actividades. Aquí encontraréis consejos, actividades recomendadas, los cafés más acogedores, los precios de las cosas, curiosidades, etc. Sigue leyendo para descubrirlo!
¿Qué quieres saber?
Clica ↓
1. Noche polar
2. Auroras
3. La ciudad
4. Actividades: granja de renos y cultura sami
5. Actividades: avistamiento de ballenas
6. Sauna y baño ártico en el puerto
7. La playa de Telegrafbukta
8. La subida en el teleférico Fjellheisen a Mt Fløya
9. Prestvannet, el lago helado
10. Escapada: las playas de Sommarøy en Kvaløya
11. Recomendaciones y curiosidades
LA NOCHE POLAR
El principal motivo de viajar al ártico en esta época fue para experimentar la noche polar. Yo iba con la idea, como mucha gente piensa, que está completamente oscuro durante todo el día. Y no! Eso pasa mucho más al norte, en Svalbard por ejemplo. Aquí, a eso de las 10 y pico empezaba a clarear por el sur, para pasar a tener sobre las 12 el máximo de luz, imaginad algo así como un día muy nublado. A partir de las 14 volvía a oscurecer, también por el sur, pero lo hacía empezando por una gama de colores naranjas y rosas impresionantes, para pasar a la «blue hour«, un momento en que el cielo es de un color azul índigo indescriptible, antes de la oscuridad total de la noche cerrada. O sea, que luz luz había unas tres horas. Todo eso sin ver el sol en ningún momento, ya que no llega a salir por detrás del horizonte.
En ciertos momentos, sobre todo, la primera semana que estuve trabajando desde casa, cuando me levantaba de la mesa a medio día para hacerme la comida, ya era noche cerrada y tenía la sensación de que lo que me iba a preparar era la cena, y era la hora de ponerme el pijama e irme a dormir. Y para nada! Quedaba toda la tarde por delante. Es una sensación muy extraña!
Este gif representa cómo funciona la noche polar (y el sol de medianoche). Eso limita mucho las actividades que pueden realizarse en esta época, pero tiene una magia que no se puede vivir en cualquier parte.
AURORAS
¿Sabíais que Tromsø es uno de los mejores lugares del planeta para ver las auroras boreales? Principalmente porque está situada en el centro del óvalo de la aurora, eso hace que tengas mayores probabilidades de verla y que además sea intensa. Pero también es el lugar idóneo porque a diferencia de otros muchos sitios donde también hay auroras y que están en la misma latitud (Rusia, Alaska, Canadá, Finlandia,…) Tromsø goza de una temperatura «aceptable» de -5/5 grados, mientras que en esos otros lugares te tienes que tragar -20 o -30 grados. Eso es debido a la corriente cálida del golfo que baña sus costas, y que como ocurre en el sur de Islandia, atempera el clima y lo mantiene suave todo el invierno. Basta comprobar que prácticamente todo Canadá y Rusia están por debajo y es de sobra conocido el frío intenso que hace por allí. Pocos territorios, y además habitados, quedan por encima.
Pero ojo, no hay que confundir el círculo polar ártico con la zona oval de auroras. Una aurora intensa se puede ver hasta en Escocia. Y paradójicamente no hay auroras en el Polo Norte. Ejemplo de óvalo tocando de pleno en Noruega:
Pero vamos a lo que importa. Os preguntaréis, ¿se pueden ver auroras desde Tromsø? Se puede, sí. No es lo más frecuente, ya que las contaminación lumínica es demasiado potente, pero de tres semanas que estuve allí las vi 5 ó 6 noches sobre la ciudad. Recordad que el cielo tiene que estar despejado para poder verlas. Por eso, es lógico entender que si vas de vacaciones solo unos días contrates un tour, porque ellos te llevan a lugares donde pueda estar más despejado y con menos luz, incluso te pueden llevar casi hasta Finlandia, que está sólo a unas 2 hrs en bus. Allí ya es otro clima, más continental, más frío y más seco. Los Lyngen Alps hacen de barrera para las nubes que vienen del mar.
Puedes encontrar tours desde 90 euros. Cuantas menos personas quieras en el grupo (más privado), más cuesta. Siempre te dan chocolate caliente y cookies, y a veces proporcionan botas, trajes térmicos, trípodes, etc… Y al cabo de unos días comparten las fotos profesionales realizadas.
Yo hice dos tours, uno con Nothern Lights Tromso (excelentes profesionales y mágicas auroras!!) y otro con Arctic Guide Service, que creo que se aventuraron un poco a decir que tendríamos suerte y tuvimos que llegar casi a la frontera con Finlandia, por la E8 (llamada la Borealis Road), con un pronóstico muy malo y al final las nubes nos estropearon el plan. El resto me las encontré llegando a la ciudad en el barco del tour de ballenas, en la playa de Telegrafbukta (una de los mejores puntos de la ciudad para verlas), desde el muelle y las calles de mi barrio, saliendo a comprar al supermercado, y hasta desde la terraza!!
Nunca me canso de las auroras. Mucha gente me dice que si ya las he visto, para qué quiero ver más? Y yo siempre digo… ¿acaso no te gusta ver puestas de sol? Y verdad que no son siempre iguales? Depende tanto de dónde la veas, del entorno, de las circunstancias. Y además, precisamente una aurora jamás es igual a otra, se mueve diferente, más o menos rápido; los colores van variando, casi siempre es verde, pero hay días que salen tonos rosas o púrpuras; a veces hace arcos, a veces coronas encima de tu cabeza, a veces parecen haces de luz saliendo por detrás de una montaña, a veces espirales… Pienso que es algo que hay que vivir una vez en la vida, y me emociona compartir el momento con alguien que la ve por primera vez, recordar y revivir esa sensación que tuve por primera vez, y soltar una lagrimita… Sí, es imposible no emocionarte viendo semejante espectáculo de la naturaleza!
Todas las fotos de las auroras
LA CIUDAD
Tromsø ocupa toda la isla de Tromsøya, unida por dos puentes a la vecina isla de Kvaløya por un lado (os habréis dado cuenta que øya en noruego es isla) y al continente por el otro lado, donde la ciudad ha seguido creciendo en Tromsdalen, a los pies de imponentes montañas. Lo primero que hay que saber es que la isla de Tromsøya es una enorme roca. Para llegar a la ciudad desde el aeropuerto al otro lado de la isla, hay que atravesarla por debajo por una serie de túneles que se desdoblan en rotondas para acceder al norte, al sur o al centro. Gracias a esta obra de ingeniería te ahorras el tener que dar toda la vuelta a la isla o cruzarla por encima. Se puede pues deducir que Tromsø tiene muchas cuestas y pendientes, y eso… en invierno… es mal asunto!
El centro es coqueto y reducido, tiene un par de calles de la zona vieja donde están las tiendas más bonitas, la catedral luterana de madera, acogedores cafés, el puerto, la biblioteca, el ayuntamiento y multitud de hoteles. En navidad ya os podéis imaginar, está todo adornado con lucecitas, con un árbol gigante (que traen en helicóptero) en Stortorget, con mercadillo artesanal, y una pista de hielo para patinar con la noria junto a la estación de autobuses y ferris. Un poco más alejado del centro, encontramos algunos museos, el acuario Polaria, la zona universitaria y el hospital. Enfrente, en Tromsdalen, la majestuosa Catedral del Ártico y la subida del teleférico.
Pasear por la ciudad es un placer, aunque nieve o haga mal tiempo… es tan bonita! Eso sí, si cruzáis a pie el puente tened en cuenta que suele ser muy ventoso y puede hacer mucho frío! Y ojo, porque durante el invierno en las calles se acumula mucho hielo y es muy recomendable usar crampones, especialmente en las calles en cuesta.
GRANJA DE RENOS
Una de las actividades más chulas que se puede hacer cerca de Tromsø es visitar una granja de renos. Hay dos muy cerca de la ciudad, Tromsø Lapland, donde además se puede pasar noche en un lavvo (en una tienda típica sami), y Tromsø Arctic Reindeer, donde yo fui. En ambos casos podrás interactuar con cientos de renos en enormes campos y vendrán a comer de tu mano y de tu cubo de pienso. Si además contratas el paseo en trineo, te llevarán a dar una vuelta. Es toda una experiencia que ya había vivido en Lofoten en 2021.
Lo que es interesante también es la charla que te dan los samis, los habitantes originales del norte de Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia, y que se dedican principalmente a la cría y explotación de los renos. Dentro de un enorme lavvo, bien calentitos junto a una hoguera, además de contar su historia y anécdotas, interpretan sus típicos cantos «yoik» y te ofrecen un rico guiso de la carne de los renos que acabas de acariciar ( 😦 ), cafés y galletas.
La visita básica en Tromsø Arctic Reindeer consiste en dar de comer a los renos durante una hora, una comida, café y galletas, charla sami, y traslado de ida y vuelta. Cuesta 118 euros
Todas las fotos de la granja de renos
TOUR DE BALLENAS
Otras de las actividades imprescindibles es ir a ver ballenas en libertad. Aunque tengo que decir, que después de haber visto ballenas un par de veces en Islandia y ahora en Noruega, tengo claro que el tour que hay que coger es el que te lleva en rib boat, pues es más rápida y se acerca más a donde están las ballenas. Los barcos grandes, sí, son más cómodos y más baratos, pero o tienes la suerte de que la manada se acerca al barco o las verás de muy lejos. Además, es la naturaleza salvaje, y eso no te garantiza verlas, o al menos no ver todas las especies. Yo fui con Brim Explorer desde Tromsø, más de horas y media de trayecto hasta la isla de Skjervøy al noreste (ya en el paralelo 70), en la región de Lyngenfjord, es allí donde se alimentan las ballenas en esta época del año. Ballenas jorobadas y orcas principalmente. Pues bien, no vimos orcas y las jorobadas sólo nos dejaron ver sus lomos y sus colas cuando se sumergían. Eso sí, el entorno precioso, las montañas nevadas y los cambios de colores del cielo desde la salida a las 8 de la mañana hasta el regreso a las 4 de la tarde al puerto de Tromsø. Recomiendo enormemente hacer noche en Skjervøy, yo estuve a punto de hacerlo pero al final no me cuadró la logística. Hay un bus que hace la ruta de las ballenas, el Arctic Bus, sale de Tromsø, te deja justo para enlazar con un tour y a la vuelta te devuelve a Tromsø, pero también se puede ir en coche y dormir allí en el Hotel Maritim, o volver en el Hurtigruten. Hay varias opciones y me arrepiento mucho de no haberlo aprovechado.
Lamentablemente, no tengo ni una sola foto decente de las ballenas. Algún vídeo colgué en mis historias de Instagram.
Al menos la sorpresa de la ruta fue que volviendo a eso de las 2 de la tarde empezó a asomar una aurora impresionante por detrás de las montañas que reventó ya llegando a Tromsø y fue una de las más espectaculares del viaje. Ya os podéis imaginar lo que es intentar mantener el equilibrio, el frío en las manos que era insoportable, tratar de encontrar el modo manual adecuado de la cámara, nada, imposible… pero los colores fueron estos.
Y ya en las aguas más calmadas de Tromsø…
Algunas de las compañías que hacen tours de ballenas desde Skjervøy: Arctic Explorers, Dervola, Green Gold of Norway o Explore 70. Brim Explorer los hace desde Tromsø y cuesta 146 euros.
Todas las fotos de la salida en barco a ver ballenas.
SAUNA y BAÑO ÁRTICO
Después de bañarme el pasado verano en Groenlandia (bueno, después de «meterme en el agua junto a los icebergs»), ya pensé que lo había conseguido todo. Y además, después de darme un paseo en Tromsø hasta la playa de Telegrafbukta decidí, tras no poder asomar ni un dedo fuera del guante por el frío, que no me iba a meter en el mar en este viaje, ni loca. Después, pasé una noche en Sommarøy en un bonito hotel con sauna y bajada al mar (ver más abajo), otra oportunidad perdida, tampoco me atreví. Pero en esto que me enteré, gracias a Disfrutaelviaje, que había una sauna en el mismo puerto de Tromsø, en una plataforma flotante de madera, que tenía bajada al mar por una escalera, que las vistas eran tremendas y que no tendría que pasar frío y correr para vestirme antes de convertirme en un cubito de hielo. Le di varias vueltas, lo investigué, y reservé! Se llama Pust y es una monada. Está en medio de los barcos, casi pasa desaprecibida, a no ser que te fijes en las luces que han puesto bajo el agua y que hacen que el agua parezca turquesa, como de una piscina, engañando al cerebro que hasta «cree» que el agua está climatizada. Pero nada más lejos de la realidad!! El agua estaba a 4 grados y el exterior a 2!! Es posiblemente, una de las cosas más locas que he hecho nunca. El truco es no pensarlo, decidirlo y hacerlo, no dudar. Yo no me atreví a saltar, había gente que sí lo hacía, pero sí entré por la escalera. El segundo truco, me lo explicó una señora que estaba allí, es ir primero al mar y luego la sauna, en ese orden, porque si no te costaría más. Fue una sensación tan agradable a la vez que impactante (si te quedabas quieta en el agua empezabas a notar pinchazos) que repetí un par de veces alternando sauna con mar. Una pasada!
Os vuelvo a recomendar seguirme en Instagram, porque allí tengo más imágenes, vídeos, stories, reels.. y cuelgo muchas de las experiencias de mis viajes. También en Twitter. Éstas son sólo capturas de vídeo.
Bañarte en el mar es gratis, pero el acceso a la sauna cuesta unos 20 euros. Con la reserva, tenéis 1 hora para estar allí. Mi recomendación es que vayáis sobre las 9 de la mañana, así podréis experimentar cómo amanece y cómo cambian los colores. Es algo mágico!
PLAYA DE TELEGRAFBUKTA
A una corta distancia de la casa donde me alojaba estaba la playa de Telegrafbukta, es uno de los sitios más recomendados para ver auroras en Tromsø porque a pesar de estar cerca y poder llegar a pie, está orientada hacia en el lado opuesto de la isla e incluso teniendo el aeropuerto muy cerca, la contaminación lumínica de la ciudad no le afecta demasiado. Lo que ocurre es que está situada en una esquina de la isla, casi se podría decir mirando al mar abierto del fiordo, y entonces hace mucho frío, muchísimo. Tres noches fui allí a ver auroras, ya que la tenía muy cerca de casa, además de un paseo que di una mañana, y siempre pasé un frío tremendo, ni las 5 capas de ropa me ayudaron. Aún así, hay gente que se baña allí todo el año.
Las casas de ese barrio son preciosas, blancas, elegantes, y que si no llega a ser porque están todas iluminadas con luces de navidad podrían mimetizarse con la nieve. Es un agradable paseo para una mañana despejada, y es sin duda una visita obligada para ver las auroras.
Como anécdota, mi hermana me había pedido que le cogiera un poco de arena, y allí me fui toda decidida con una bolsita. Ni con un taladro habría podido sacar arena, estaba congeladísima, dura como cemento.
Todas las fotos de Telegrafbukta
FJELLHEISEN (teleférico)
Subir en el teleférico Fjellheisen hasta Storsteinen, en el monte Fløya, a 420 metros sobre el nivel del mar, es sí o sí una visita obligada en Tromsø. Las vistas desde arriba quitan el hipo, tanto en verano como en invierno. Toda la ciudad y el fiordo se despliega a tus pies, y puedes admirar las majestuosas montañas que rodean la región.
Se puede acceder llegando a pie cruzando el puente hasta Tromsdalen, pasando junto a la catedral ártica, o directamente con el bus número 26. En cualquier caso, el horario es bastante amplio así que no hay problema para obtener plaza, los vagones llevan entre 20-30 pasajeros cada vez y el viaje dura unos 5 minutos. Yo recomiendo subir al mediodía porque así en poco tiempo podrás disfrutar de todas las fases del día tan corto de la noche polar, la claridad, luego el atardecer naranja sobre las siluetas de las montañas, para finalmente llegar a la hora azul y a la noche cerrada, cuando toda la ciudad luce iluminada.
Justo encima de la estación del teleférico se abre como un balcón sobre el vacío, pero siguiendo la valla metálica puedes encontrar diferentes «miradores» y varias rutas de senderismo. Eso sí, la cantidad de nieve es brutal y esconde muchas placas de hielo debajo (vi varias caídas importantes). Conviene llevar crampones o casi incluso esquís si quieres adentrarte en ruta. Hay un café-restaurante y si tienes suerte de pillar sitio junto a una ventana las vistas puedes ser memorables.
El ticket de ida y vuelta cuesta 32 euros y salen dos viajes cada hora. Estate atento al tiempo, porque a la mínima que sople el viento cancelan sin previo aviso.
Todas las fotos de Fjellheisen
PRESTVANNET, EL LAGO HELADO
En lo alto de la isla de Tromsøya se encuentra el precioso lago de Prestvannet, tan distinto según la estación. En verano está lleno de aves, es el lugar perfecto para ir a observarlas pero también para hacer un break, respirar, pasear, hacer un picnic. En invierno en cambio, el lago se congela y en los senderos que lo rodean, cubiertos de nieve, la gente hace esquí nórdico. También es uno de los sitios más populares para ver las auroras sin salir de la ciudad. Puedes llegar o bien subiendo las interminables cuestas o en el bus número 28.
Lo encontré congelado, sí, pero totalmente nevado por encima, lo cual es bastante peligroso porque no sabes exactamente donde puede haber una zona frágil que se puede romper fácilmente y tragarte. Por eso no me aparté de la orilla, como mucho llegué hasta donde había huellas de otra persona. Está completamente rodeado de bosquecillos y senderos que dan la vuelta entera, todos los árboles con las ramas llenas de bolas de nieve, parecían algodón, el cielo teñido de rosa y naranja… No he visto nada más bonito en mi vida. Es una visita que vale mucho la pena. en determinados puntos del recorrido hay bancos y braseros o barriles para hacer hogueras.
Para volver sí lo hice a pie, bajando por las cuestas heladas (no olvidéis los crampones), pasando por el cementerio y admirando las majestuosas vistas.
Todas las fotos de Prestvannet
SOMMARØY EN KVALØYA
Una de las escapadas más atractivas desde Tromsø, por su cercanía y también por su belleza, es la vecina isla de Kvaløya. Muchas de las fotos que habréis visto de auroras cerca de Tromsø son desde aquí, concretamente desde Ersfjordbotn. Pero si seguís un poco más la carretera llegaréis a un auténtico paraíso. Directamente en mar abierto (delante no hay nada hasta Groenlandia) se encuentran las islas de Sommarøy, un verdadero caribe noruego. De hecho significa Isla de Verano. Estuve en verano y quedé maravillada, pero es que en invierno es infinitamente mejor, los contrastes de la nieve con el turquesa de las aguas y las arenas doradas… nunca imaginarás encontrar paisajes así en el ártico. También se puede llegar en bus de línea regular, el 420, como hice yo, ya que no me aventuré a conducir. A las islas se accede por un puente de esos altos y curvados, tan característicos del paisaje noruego. El pequeño pueblo no tiene prácticamente nada, sólo un café y un hotel, el fantástico Sommarøy Arctic Hotel, donde me alojé. La idea era pasar allí la noche para ver auroras, ya que es uno los puntos más recurrentes para ellos. Pero lamentablemente, el tiempo no acompañó y las nubes impidieron el espectáculo. Pero aún así pude disfrutar de uno de los amaneceres más rojos y encendidos que recuerdo (muy parecido al vivido en Kiruna en 2021) y pasear por las playas cubiertas de nieve.
Las frecuencias del bus en invierno son bastante limitadas, pero da perfectamente para llegar ya de noche y marcharte al día siguiente a mediodía. Sólo hay que caminar unos 100 metros hasta el hotel.
En el camino de vuelta a Tromsø se levantó una tremenda ventisca, tan fuerte que en los puentes golpeaba el bus. Encontramos varios coches volcados en la cuneta. No subestiméis los peligros de la conducción de invierno en el ártico.
RECOMENDACIONES
Cafés y restaurantes
En Tromsø hay muchos cafés monísimos, de los que me a mí me gustan, de esos donde podrías pasar horas calentito viendo nevar por la ventana, donde huele a canela, a café recién hecho. Por ejemplo, Kaffebonna (hay tres en el centro y uno cerca del aeropuerto), Risø (hay dos), Tøllefsenhjørnet, Smørtorget (donde también venden antigüedades y cosas de segunda mano), Svermeri Kafé og Redesign, Pust.Café, y el Backstube Tromsø que te salva de un apuro porque tienen el café más barato de la ciudad.
Muchos restaurantes tradicionales de pescado, sushi, pizzerías, pero también elegantes restaurantes de alta cocina, como el Mathallen Tromsø o Helmersen. Toda una nueva zona se ha contruído a los pies del puente, Vervet, con algunos restaurantes modernos.
Transportes
El transporte en Tromsø es altamente eficiente y recomendable. El ticket sencillo cuesta 3,5 euros. Conviene comprarlo con antelación (en los 7 Eleven por ejemplo) o en la app, porque comprarlo en el bus sólo se puede pagar en efectivo y es algo más caro.
Si quieres ahorrarte el precio del bus del aeropuerto, los buses 24, 40 o 42 son una buena opción.
Si vas a estar una temporada larga, te conviene coger el abono de 30 días, aunque vayas a estar sólo 2 ó 3 semanas. Cuesta 50 euros, pero compensa, porque lo puedes usar para todo el municipio (para Sommarøy por ejemplo) y según donde te alojes lo usarás con toda seguridad una o dos veces por día.
Qué llevar en la maleta
Sin duda, es obvio, ropa de abrigo. Varias capas, ya sabéis, ropa termal, jersey de lana, forro polar, plumas o down jacket, y un cortavientos impermeable, también un pantalón impermeable. Botas de nieve o de montaña. Gorros, bragas, bufandas, calcetines de lana, guantes (térmicos + de nieve). No olvidar el bañador! 😉
Así mismo recomiendo: crampones, luz frontal, calentadores de pies y manos (esos saquitos que venden en Decathlon que se calientan al contacto con el aire), algún brazalete reflectante si vas a andar de noche por la carretera y una batería portátil para el móvil (con el frío se agota antes). Si queréis fotografiar las auroras, indispensable un trípode.
Os doy algunos precios de interés de cosas que compré:
-billete sencillo de bus/ferry 3,5€
-pizza pequeña en Pastafabrikken 16€
-café desde 1,75€ en Backstube hasta los 5,5€ de Kaffebonna
-lata grande de atún 1,6€
-1 pera 0,74€
-4 piezas de salmón fresco 7,35€
-3 kiwis 1,29€
-1 tarro de espárragos 2,5€
-leche de almendra 2,4€, leche normal 1,8€
-4 yogures 2,2€
-brócoli 2€
-bolsa de rúcula 2€
-bolsa espinacas 2,8€
-1 berenjena 2,5€
-tomate cherry 2,6€
-3 limones 1,9€
-2 aguacates 2,6€
-400grs pechugas pollo 2,9€
-bote grande de arándanos 4,5€
-6 huevos 1,8€
-200 grs nueces 3,5€
-4 filetes de bacalao congelado 7,4€
-visita al médico 5,25€
-tour de auroras desde 90€
-tour de ballenas 146€
-subida al teleférico i/v 32€
-visita granja renos 118€
-Gasolina 1,81€, diésel 1,97€
Curiosidades
En los supermercados, es algo muy común en Alemania y los países nórdicos, puedes devolver las botellas de plástico en una máquina y te reembolsan un importe para gastar en la compra. También tienen unos escáners para ir sumando la cuenta cuando haces la compra y luego pagar con lo que te salga. Plena confianza.
Si pasas por la biblioteca tienes que entrar y subir al último piso, es toda de cristal y las vistas son bonitas. También acércate a la parte de atrás y a través de un túnel con grafitis, entrarás en el principal párking de la ciudad, subterráneo, excavado en la roca. Curioso.
Los noruegos no miran al cielo. No les importa que haya auroras!
En la tele noruega sólo dan programas de cocina (muchísimos), conciertos, vida relajada en la granja, hasta partidas de ajedrez! Y dan la serie Dos Vidas de TVE en español sin subtitular!
La nochevieja en Tromsø se celebra con fuegos artificiales desde lo alto de la montaña y escriben con luces el año que entra en la ladera. Pero este año por alerta de mal tiempo, no pudieron hacerlo ahí y se lanzaron desde el campo de fútbol. Hacía tan mal tiempo que no salí a verlos. Las casas están exageradamente decoradas con luces, pero son taaaan bonitas!
La cena típica de nochebuena es un contundente costillar de cerdo (ribbe) o de cordero (pinnekjøtt) al horno, con una corteza bien crujiente. Pero también las Kjøttboller o Medisterkaker (albóndigas), o el bacalao (lutefisk).
Si tienes que ir al médico en Tromsø (lamentablemente tuve que experimentarlo el primer día) debes ir con tu pasaporte o tarjeta sanitaria a un centro de emergencias cercano al hospital principal. Aquí os pongo donde: Emergency Room. Puedes llegar en el bus 34. Sólo la visita te costará unos 5 euros (no sólo a ti, a todos los noruegos). Si es algo de vida o muerte, obviamente puedes llamar al 113.
En la web del transporte en Tromsø tienes mucha información y cálculo de rutas, pero conviene instalarse la app Troms Billett (para comprar los billetes) y Troms Reise (para consultar horarios y ver en tiempo real las paradas). La web del instituto meteorológico noruego, Yr, para consultar el tiempo.